Teatro: Diez negritos

 

  • Obra: Diez Negritos
  • Fecha: Desde 1 de octubre de 2014
  • Dónde: Teatro Muñoz Seca
  • Horarios: M a V a las 20 h. S a las 19 y 22 h. D a las 18 h
  • Precios: V, S y D, 25 euros; M, X y J, 22 euros
  • Género: Intriga Contemporánea
  • Autor: Agatha Christie. Versión de Ricard Reguant.
  • Director: Ricard Reguant
  • Intérpretes: Paco Churruca, Lara Dibildos, Mónica Soria, Pablo Viña, David Zarzo, Quim Capdevila, Lydia Miranda, Diego Molero, Jorge Lucas, Antonio Albella y la participación virtual de Manuel Galiana.
Sinopsis: Diez personas son invitadas a la lujosa mansión de un magnate desaparecido para pasar unos días de vacaciones. Todos han aceptado una invitación cordial por carta de una persona a la que no recuerdan pese a darles minuciosamente detalles de su pasado. El horror llega con el asesinato paulatino de los integrantes del grupo. Todo parece seguir un juego macabro relacionado con una canción infantil y un juego de figuritas.

 

Hacía mucho que no iba al teatro; ya se sabe, la crisis, el paro, entradas que pocas veces bajan de los 15-20 euros… pero ayer me animé y fui a ver Diez Negritos, obra de teatro basada en el clásico de Agatha Christie (escrito en 1939 y adaptado al teatro por la propia autora en 1943) que ahora mismo está en el Teatro Muñoz Seca, conmemorando el 75 aniversario de esta gran obra de la reina del misterio, que vuelve a Madrid después de quince años.

 

Debería de empezar diciendo que no soy una experta, ni de lejos, en teatro, por lo que todo lo que diga se basa más en sensaciones. Defender una obra como Diez Negritos no es fácil y es un arma de doble filo. Por un lado, es complicado que no guste y entretenga al espectador porque, quieras que no, cuentas con una historia muy buena y unos personajes carismáticos y potentes (por algo es el libro de misterio más vendido de la historia). Pero ahí, precisamente, radica su dificultad, y es que es una historia muy conocida y muy versionada, lo que conlleva que en las comparaciones puedas salir mal parado y, sobre todo, que muchísima gente sepa cómo se desarrolla y cuál es el final escrito por la autora; por lo que si lo sigues habrá gente que se lo espere y, por lo tanto, pierdas el factor sorpresa; o si lo cambias, puede no convencer y te pueden acusar de cambiar para mal la historia. En definitiva, llevar Diez Negritos al escenario es, cuanto menos, arriesgado.

 

Bien, pues partiendo de todo esto, creo que la adaptación de Ricard Reguant sale más que airosa del tal atolladero, ofreciéndonos  casi dos horas de disfrute. Lo más destacable, a parte del guión, es la escenografía y la ambientación, que con sencillez te meten de lleno en la historia. El resto, lo hacen unas más que buenas interpretaciones que, junto con el vestuario adaptado en esta versión a los 60, perfilan a la perfección a los personajes. En este punto, tengo que hacer especial hincapié en Antonio Albella que interpreta al nervioso Doctor Armstrong a las mil maravillas; un personaje que, al igual que la obra, es otro arma de doble filo, ya que tal vez es el personaje más carismático y lucido, pero también el más complicado, y él lo defiende a la perfección sin caer en la sobreactuación o el histrionismo. El resto del reparto están también a la altura, defendiendo a sus personajes con soltura, manteniéndote entretenido y alerta durante toda la función, e interactuando  muy bien con los espectadores.

 

Por lo tanto, sólo me queda recomendar a todos esta maravillosa función que, según me consta, ya está siendo altamente disfrutada por las muchas personas que se están animando a ir a verla, ya que gracias a un gran trabajo de equipo, no defrauda en absoluto. Así que no os lo perdáis y recordad, ¡todos podemos ser el asesino!

 

Imagen de cabecera de Atrápalo, y última de grupo de Correveydile.